JUAN CARLOS ALONSO

JUAN CARLOS ALONSO

 

  1. ¿De qué manera consideras que tu profesión ha dejado una huella en los demás?

De varias maneras. Hacer terapia o análisis junguiano implica atender pacientes y al hacerlo, uno buscar dejar huella en los demás de forma muy variada.

Una forma es fomentando la autoconciencia. La terapia explora el inconsciente y uno busca hacer entender al paciente sus reacciones impulsivas y patrones de comportamiento, resultado de sus complejos inconscientes. Eso ayuda a que tengan una mayor autoconsciencia y que entiendan mejor sus pensamientos, sus sentimientos y sus comportamientos.

Otra forma es trabajando con sueños y símbolos en terapia. Los sueños, decía Jung, son la ventana que llevaba el inconsciente. Y se pueden ver como mensajes que ofrece la psique. Eso ayuda a entender el significado que tienen esos sueños y reconocer las valiosas orientaciones y descubrir las valiosas oportunidades que ofrece la vida. Porque los sueños permiten entender lo que muchas veces el paciente no quiere o no puede ver.

Además, buena parte de ese apoyo que uno da a los pacientes es ayudarlos a que integren contenidos conscientes, reprimidos o ignorados. Y el otro es ayudarlos a encontrar el sentido de la vida. Sí, porque no es solamente el tratar de que resuelvan los problemas cotidianos, sino tratar que la persona encuentre cuál es la autorrealización de su vida. O sea, que encuentre el sentido de la existencia.

  1. ¿Cómo crees que la corriente junguiana ha influido en tu manera de entender el concepto de trascendencia? 

La trascendencia está muy relacionada con el proceso de individuación, que es la autorealización de cada uno. Una autorealización que es diferente para cada uno. No existe una única manera de entenderla, sino que cada cual tiene que descubrir su propio camino.

Buena parte del trabajo de análisis es poner en contacto al yo con el Sí-mismo. Que es la parte sabia de uno mismo. Muchas personas lo pueden sentir como si fuera el Dios interior.

Y al explorar lo consciente y lo inconsciente, se busca trascender las limitaciones del yo y alcanzar una mayor totalidad. En lo junguiano también se explora lo transpersonal que va más allá de lo individual y contempla la experiencia de conexión con algo más grande que uno mismo, ya sea una unión con la naturaleza, un vínculo con el universo, un sentimiento de contacto con lo divino, etcétera.

En lo junguiano hay un término que utilizamos bastante y que se relaciona con lo trascendente y es el concepto de la “numinosidad”. Lo luminoso aparece cuando tenemos experiencias con lo sagrado o lo divino, que pueden ocurrir en un proceso de desarrollo interior. O sea, en el proceso de individuación de cada uno, y se trata de experiencias que pueden transformar la vida de un individuo.

 

  1. En tus palabras, ¿qué significa trascendencia? 

Trascendencia significa ir más allá del yo individual y conectarse uno con aspectos más profundos y universales de la psique y de la experiencia humana.

Acá nos conectamos con el concepto de inconsciente colectivo, que es un concepto bastante junguiano. La trascendencia equivale a alcanzar una mayor realización personal a través de la exploración del inconsciente colectivo y de la conexión con los arquetipos, los símbolos, lo divino y lo sagrado. Pero, repitiendo lo que dije en la anterior pregunta, representa una conexión con la totalidad dentro de uno mismo.

 

  1. Consideras que la sabiduría es algo que se aprende académicamente o que se obtiene más allá de lo académico, ¿Por qué?

En los junguianos se puede ver la sabiduría como algo que se encuentra más allá de lo académico, a través de un proceso más profundo de autoexploración y de conexión con el inconsciente. Y es que esa sabiduría no se limita al conocimiento intelectual, que sería lo que ofrece lo académico.

La sabiduría se logra más bien a través de la comprensión de nuestras propias motivaciones inconscientes. Eso lleva al convencimiento de que el inconsciente puede verse como una fuente de sabiduría.

Y a través del propio trabajo terapéutico y también con el trabajo terapéutico con los pacientes, puede ir uno ganando cada vez más un conocimiento profundo sobre sí mismo y sobre el mundo que lo rodea.

Y acá estaría también la dimensión de lo trascendental que me preguntabas antes. Pues la experiencia de lo trascendental puede enriquecer la comprensión de la vida y darle a uno un mayor sentido a la propia existencia.

  1. ¿De qué forma has sido maestro de los demás fuera del aula?

Se dice que ser junguiano es un estilo de vida y en ese sentido creo que uno no puede dejar de ser maestro, entre comillas. A ser guía con los hijos y con los familiares en general.

Como hemos tenido que desarrollar nuestro propio proceso terapéutico, que nos ha llevado a conocer nuestras propias debilidades, para irlas conociendo y superando, creo que podemos servir como modelo de integración. Por ejemplo, para las personas de mi grupo de estudio con las que periódicamente me encuentro.

Y como también coordino supervisiones de caso con candidatos a analistas junguianos en formación, pienso que no deja uno de ser también un mentor y un ejemplo en la interacción con ellos.

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