Grupo Estudio – Arquetipo del niño Jung

1.

Acerca de la psicología del arquetipo del niño– C. G. Jung

2.

Hoy vamos a discutir ese extracto del texto de Jung que se llama «Acerca de la psicología del arquetipo del niño», que está en el volumen 9/1 de la Obra Completa de Jung, que se llama “Los arquetipos y lo inconsciente colectivo”. Pero también se encuentra en el libro de Jung y Kerenyi «Introducción a la esencia de la mitología», que lo prefiero pues es más liviano, está bien traducido, y era del que tenía el PDF que les mandé.

Quisiera comenzar por explicarles qué idea tenía al dejarles esta lectura de Jung antes de la primera parte de la obra de Erich Neumann. Y voy a incluir a este tercer autor, Karl Kerenyi, porque Jung comienza su artículo diciendo que es este gran conocedor de la mitología, quien le solicitó que comentara el tema del arquetipo del niño desde una mirada psicológica.

3.

El vínculo entre Kerenyi, Jung y Neumann nos lleva a la conexión entre Mitología y Psicología. Estos tres autores dan una base sólida para comprender cómo la mitología y la psicología se entrelazan.

Kerényi aborda la mitología desde un punto de vista histórico, hablando del origen de los mitos.

Jung complementa esos planteamientos para hablar de esos motivos recurrentes de la mitología, que son los arquetipos del inconsciente colectivo, y se centra concretamente en el arquetipo del niño, mostrando la manera en que ese motivo del niño es fundamental para entender la forma en que los patrones arquetípicos se manifiestan en la psicología individual y colectiva.

Y Neumann retoma a Jung para demostrar que la mitología está formada por una serie de arquetipos interconectados cuya secuencia determina el nacimiento y crecimiento de la consciencia. Se trata realmente de una amplificación de lo dicho por Jung, narrando el desarrollo de la consciencia a partir de su aparición, como si se tratara de un niño que nace de su madre, representada por el inconsciente, y crece y se hace autónomo. 

4.

Aunque les propuse que leyeran sólo la segunda parte de este artículo de Jung, les comento algo sobre la primera parte. Dice Jung que hasta el momento en que él escribió este artículo, los motivos mitológicos habían sido estudiados por separado, por diferentes disciplinas como la etnología, las religiones comparadas, entre otras. Y que eso no había ayudado a comprender la universalidad del arquetipo del niño, ni a ver el tema como una problemática psicológica. 

Y es que con los conocimientos de ese tiempo era imposible ver elementos psicológicos en los motivos mitológicos. Se quedaban en los histórico y en lo cultural.  ¿Por qué? Porque la psicología de ese tiempo sólo se centraba en la consciencia, sin tener en cuenta para nada la existencia del inconsciente. Pero con la comprensión de lo inconsciente, todo cambia, y se comienza a entender el mito de una nueva forma.

La imagen que mejor representa la relación entre la consciencia y el inconsciente es esta de un iceberg que muestra su parte externa del mar como la interna.

P: ¿Por qué creen que el iceberg sea una imagen tan representativa de la psique consciente e inconsciente? 

P: Al observar un iceberg, solo vemos una pequeña porción de su totalidad sobre la superficie del agua, mientras que la mayor parte de su masa permanece oculta bajo el agua. De manera similar, la consciencia representa solo una pequeña fracción de nuestra mente total, mientras que gran parte de nuestros pensamientos, emociones y motivaciones permanecen ocultos en el inconsciente.

5.

Jung hace caer en cuenta que la forma en que entendían los mitos nuestros ancestros y nosotros es muy diferente. Y es diferente también cómo «pensaban» nuestros antepasados y cómo pensamos nosotros. Nuestros ancestros no se decían «estoy pensando algo» sino que sentían que “algo está pensando dentro de mí”. Es decir, que ellos no pensaban conscientemente, sino que los pensamientos se les presentaban

Psicológicamente, ahora se puede analizar que, como en sus orígenes, la consciencia aún no se había desarrollado (y eso lo veremos ampliado por Neumann en las diferentes etapas), muchas veces era imposible para nuestros ancestros saber si habían soñado algo o si lo habían vivido en la realidad. E igual sucedía ante los mitos. Ellos se decían «este mito está sucediendo dentro de mí» o «estoy viviendo este mito».

6.

Esto se relaciona directamente con los arquetipos. En esas primeras etapas del desarrollo, los arquetipos del inconsciente se imponían a nuestros ancestros, haciendo que vivieran un universo mítico. ¿Por qué? Porque la consciencia aún no había hecho su aparición.

Y Jung dice algo que me impacta mucho y es que en los mitos «lo que hablaba desde el inconsciente de nuestros ancestros no era el mundo tal como lo conocemos, sino que lo que hablaba era el mundo desconocido de la psique». Es decir, que el mundo inconsciente hablaba a través de los mitos. Por eso es por lo que Jung decía que podemos decir que esos pueblos indígenas no inventaban mitos, sino que los vivían

Todo ese material mitológico es de gran importancia para Neumann, que se basa en esos planteamientos de Jung de que buena parte de esos mitos son en realidad declaraciones sobre dinámicas inconscientes, para proponer su teoría del desarrollo de la consciencia.

7.

¿Y cómo se supone que nacían los mitos? Dice Jung que es muy posible que hayan surgido en estados de «descenso del nivel mental» en forma de sueños, delirios, estados de ensoñación, visiones, etcétera. En esos estados, se hace posible que materiales antes inconscientes, penetren en la conciencia. Que es lo que trato de representar en esa gráfica. En otras palabras, se hace posible que los arquetipos salgan a la luz consciente. Que emerjan a la consciencia.

8.

Y Jung afirmaba que los «arquetipos» son elementos de la psique inconsciente que se hacen presentes como motivos mitológicos. Y va a utilizar el arquetipo del niño como ejemplo, pues es un motivo mitológico universal en muchísimas culturas.

Y hay luego una aclaración sobre los arquetipos: y es que se suele dar por hecho que son algo conocido y concreto. Y nos equivocamos al pensarlos de esa manera. Jung dice que los arquetipos son incomprensibles, y que lo máximo que se consigue es tener una idea aproximada del sentido de cada uno, por lo que es mejor tratar de entenderlos como metáforas. Jung dice:

“Los contenidos arquetípicos… no se refieren a nada consciente, sino a algo inconsciente. Por eso no es posible indicar a qué se refieren”. 

Y que lo importante en un mito es la interpretación aproximada del núcleo de significado inconsciente.

9.

Dice Jung: “Si se habla del sol y lo identifica con el león, el rey, el tesoro custodiado por el dragón y la energía vital o ‘saludable’ del hombre, no es lo uno ni lo otro, sino un tercero desconocido que se expresa a través de todas esas metáforas, sin dejar de ser, no obstante, desconocido e imposible de formular”.

10.

Se me ocurre un ejemplo: en la mitología griega, el laberinto de Creta, construido por Dédalo para encerrar al Minotauro, es un símbolo del viaje heroico de Teseo. El laberinto representa los desafíos y obstáculos que enfrenta el héroe en su búsqueda para encontrar y enfrentar su destino. Sin embargo, el laberinto no se puede reducir a esa única interpretación o significado concreto.

P: ¿Qué otros aspectos podría representar?

R: En lugar de eso, puede ser entendido como una metáfora para muchos otros significados, por ejemplo: el viaje del alma, la complejidad de la mente humana, los desafíos de la vida o el crecimiento personal. Fíjense que cada una de estas otras interpretaciones ofrece una comprensión diferente del núcleo de significado del símbolo del laberinto.

Así que tengamos claro que el sentido del núcleo de un arquetipo nunca ha sido consciente y nunca lo será. Lo único que podemos hacer es tratar de interpretarlo, y con cada interpretación se puede acercar uno más o menos al sentido oculto.

Ese es el trabajo que hace Neumann con el arquetipo del niño, y por eso es que sus interpretaciones son a veces tan difíciles, tan variadas, tan impactantes; otras veces tan repetitivas, con tantas imágenes y metáforas. 

11.

Así que la primera parte del artículo de Jung se refiere a esa complejidad de entender los arquetipos.

Luego Jung se pregunta: ¿cuál es la finalidad biológica del arquetipo?

Y se responde que su finalidad biológica es facilitar la adaptación y evolución del individuo a lo largo de su vida. ¿De qué manera? Al personificar lo instintivo en la psique primitiva, los arquetipos conectan psíquicamente al individuo con sus raíces universales.

12.

Y luego sí comienza a hablar concretamente del arquetipo del niño. Y afirma que dicho arquetipo representa el inicio de cosas nuevas y esperanzadoras que aparecen de formas inesperadas y en lugares sorprendentes, mostrándonos que el cambio y la renovación son posibles.

Y por supuesto que ese inicio psíquico de cosas nuevas puede simbolizar el nacimiento de la consciencia y del yo a partir del inconsciente.

Y nos recuerda además que ese arquetipo del niño se manifiesta tanto personal como históricamente. En la historia lo hace en diversas formas y símbolos. Pero, aunque su interpretación ha variado históricamente, siempre ha requerido respeto y devoción.

Es una manifestación poderosa y universal en la psique humana, que se encuentra en mitologías, pero también en experiencias individuales y procesos psicológicos.

13.

Jung critica las explicaciones que reducen el arquetipo del niño a recuerdos de la infancia, y menciona que esas respuestas dejan de lado la complejidad y la universalidad del arquetipo. Dice que el arquetipo del niño simboliza algo mucho más amplio y profundo.

Y vemos que ofrece las bases para toda la investigación que Neumann desarrollará en su obra. Jung parece motivar una investigación como la de Neumann, cuando afirma textualmente: ‘El motivo del niño representa el aspecto preconsciente de la infancia del alma colectiva.’

Un alma colectiva que aún está inmersa en el inconsciente. Neumann recreará el proceso de desarrollo desde el estado de preconsciencia hasta la autonomía de la consciencia.

Este enfoque junguiano invita a considerar los arquetipos, no sólo el del niño sino todos los demás arquetipos, como partes fundamentales de la psique colectiva, que hablan de las experiencias y de los instintos compartidos por todos los seres humanos.

14.

Un niño involucra el pasado y el presente, pero también el futuro. Y a veces su carácter futuro se olvida. Pero veremos que “el futuro” es un aspecto fundamental del motivo del niño, porque es lo que le da la riqueza de potencialidades creativas. Veremos que Neumann examina los tres tiempos en cada una de las etapas del desarrollo de la consciencia.

15.

Y acá llegamos a lo que les propuse que leyeran, y es con este aparte de: 

  1. e) el Dios-niño y el niño-héroe.

Jung afirma que hay que diferenciar en los mitos si el niño se presenta como un dios infantil  o como un héroe juvenil.

Como divinidad (por ejemplo el niño Dios), personifica lo inconsciente colectivo…

(SIG)

…mientras que si es en forma de héroe (por ejemplo el héroe Heracles), está incluyendo la naturaleza humana, y suele representar entonces una síntesis de la consciencia y de lo inconsciente, lo cual es la anticipación de una individuación.

(SIG)

En algunos casos, el niño puede estar en peligro (como Perseo cuando fue lanzado al mar, junto con su madre Dánae), lo cual representa los obstáculos que el ambiente pueda estar poniendo a su autorrealización. Como veremos también en Neumann, suele representar el riesgo de que la consciencia pueda ser nuevamente reabsorbida por lo inconsciente.

(SIG)

Y la hazaña principal del héroe es el triunfo sobre el monstruo, dragón o ballena (como San Jorge matando al dragón), y esa es la victoria esperada de la consciencia sobre lo inconsciente, preludio de una individuación cercana a la totalidad.

Por lo tanto, las dificultades del niño pueden ser consideradas como representaciones de esos hechos que suceden en los orígenes de la consciencia. Esos hechos psíquicos serán los narrados por Neumann al contar las dificultades que tiene la consciencia del Yo que, como un niño, debe tratar de independizarse de su madre, el inconsciente.

16.

Dice Jung que como se trata de un origen psíquico, todo tiene que suceder de manera no sexual. Veremos que lo narra Neumann en muchos casos, y es el nacimiento por un acto masturbatorio de la diosa. 

17.

Por ejemplo, en el mito colombiano Kogi de la creación, luego de que nace Sintana, el primer hombre, el resto de la humanidad nace por la masturbación de la madre con una vara. Acá tenemos algunos apartes de ese mito.

  • “Primero estaba el mar. Todo estaba oscuro. No había sol, ni luna, ni gente, ni animales, ni plantas.  Sólo el mar estaba en todas partes.  El mar era la madre…
  • La madre no era gente, ni nada, ni cosa alguna. Ella era alúna. Ella era espíritu de lo que iba a venir y ella era pensamiento y memoria…
  • “Entonces se formaron los mundos. Eran nueve mundos y se inició así: primero estaba la Madre y el agua y la noche. No había amanecido aún.  También existía un Padre…
  • “Así fue como nació Sintána, el primer hombre: la Madre se arrancó un pelo del pubis y lo untó con la sangre de su mes. Así formó al primer hombre. Soplando le dio vida… Nació en el mar, en la oscuridad, en el agua.  Tenía miedo de nacer.  No había tierra aún y todo estaba oscuro. Cuando nació Sintána la madre no tenía marido, era un bastón de madera y con éste ella se masturbaba.  Un día la Madre resultó embarazada y 9 meses después parió nueve Padres y Dueños del Mundo”.

18.

También vamos a ver con Neumann muchos casos en los que el motivo de estar en manos del enemigo representa la precaria posibilidad de desarrollo de la consciencia hacia la totalidad.

Dice Jung que en esos casos hay un continuo desfallecimiento de la consciencia ante la cantidad de obstáculos que el ambiente le pone al logro de la individuación.

En especial el riesgo de perder la singularidad amenazada por dragones y serpientes, lo cual remite al peligro de que la adquisición de la consciencia pueda ser otra vez absorbida por lo inconsciente. (Algo curioso que nota Jung es que los vertebrados inferiores han sido siempre símbolos muy comunes del inconsciente colectivo).

Neumann aclarará además que las victorias de la consciencia nunca son victorias definitivas, pues aparecen muchos momentos en que esa consciencia vuelve a sentirse en riesgo de ser tragada por lo inconsciente.

19.

La hazaña principal del héroe es el triunfo sobre el monstruo: es la victoria esperada de la consciencia sobre lo inconsciente. La toma de consciencia es la vivencia más fuerte de los tiempos más remotos. 

Jung trae la expresión «Y dijo Dios: Hágase la luz», que aparece en la Biblia, como parte de la narración de la creación, donde se describe cómo se creó el mundo. Esa es la victoria de la luz del niño sobre la oscuridad.

20.

Neumann amplificará el progreso de la llegada de la luz consciente con dos mitos, que se suman al mito de la creación en la Biblia: un mito egipcio y uno maori.

En los dos, el cielo debe ser separado de la tierra para que pueda entrar la luz a la oscuridad en la que hasta ese momento había vivido la humanidad. Esa luz representa la aparición de la consciencia, que por fin logra disociarse de lo inconsciente. 

21.

[ 3. a)

La especial fenomenología del arquetipo del niño

  1. El desvalimiento del niño ]

Y llegamos a la Parte 3 de este capítulo, sobre «La especial fenomenología del arquetipo del niño», o sea la descripción y la esencia de ese niño; y comienza con la sección (a) que se llama «El desvalimiento del niño».

Y es que el desvalimiento, el abandono y el peligro son situaciones comunes luego del nacimiento milagroso del Yo. Y acá se trata de una vivencia psíquica creativa que tiene por meta la aparición de un contenido nuevo aún no reconocido por la consciencia.

Se vive como una situación conflictiva, vivida como un choque de opuestos, que parece no tener salida. Y de ese choque de los opuestos que significa el conflicto, surge un tercero de naturaleza irracional, que la consciencia ni espera ni comprende.

P: ¿Se imaginan ustedes cuál puede ser ese tercero irracional que aparece fruto del choque de opuestos? No lo dice explícitamente Jung acá, pero creo que lo podemos deducir.

Yo creo que simboliza acá de la función trascendente. Lo deduzco que lo que dice Jung acá.

Se dice que la consciencia nunca sabe salir de los opuestos y por eso tampoco reconoce lo que une a estos opuestos. Pero que va surgiendo a través del niño la idea de una creación significativa. Y de ahí nace el carácter numinoso del niño. 

22.

Miren como se define la Función Trascendente: Como el proceso psicológico que facilita la transición entre los opuestos conscientes e inconscientes, promoviendo su integración y generando un nuevo nivel de conciencia, proceso que lleva a un desarrollo y una maduración de la personalidad.

Bueno, lo dejo como hipótesis y es que la función trascendente puede estar simbolizada por el niño milagroso en este momento de conflicto.

23.

Así que el desvalimiento del niño puede activarse en situaciones conflictivas que parecen no tener salida. Y es que en esos casos el conflicto no se supera si la consciencia sigue ligada a los opuestos, y esa es la razón de que necesite un símbolo que le muestre la necesidad de separarse de esa situación original vinculada a los opuestos.

Y el símbolo del niño le ofrece a la consciencia el efecto liberador y le permite llevar a cabo esa superación del conflicto que la consciencia era incapaz de realizar.

24.

Ante los conflictos que producen situaciones difíciles y peligrosas, no es raro que la imagen del niño liberador se presente una y otra vez en la vida individual como «posibilidades de liberación» que adoptan mitológicamente la forma de proyecciones religiosas. Y el gran peligro es que el individuo no logre renovarse, sino que proyecte la imagen del niño en doctrinas salvadoras.

En general, podemos ver que el conflicto del que surge el «niño», es una fórmula liberadora que sólo se presenta en una etapa psicológica avanzada del desarrollo. Muchas de las figuras infantiles que aparecen en los mitos proporcionan cultura y son  «iluminadoras», lo cual fomenta la ampliación de la consciencia. 

Pero aclara Jung que esa iluminación que le llega a un individuo va acompañada de soledad ante el mundo. Dice Jung que es la soledad que da la iluminación. Afirma: «La soledad expresa la oposición entre…  un grado de consciencia más elevado y el mundo que le rodea»

P: ¿Se les ocurre un ejemplo de esa soledad que da la iluminación?

R: Un ejemplo podría ser Buda quien después de alcanzar la iluminación, se encontró en un estado de profunda claridad mental, pero al mismo tiempo tuvo una profunda soledad espiritual. Y aunque estuviera rodeado de discípulos supo que la iluminación es una experiencia individual. Otros ejemplos podrían ser San Juan de la Cruz o Rumi (el fundador de la orden Sufí), o el mismo Cristo.

25.

3.

  1. b) La invencibilidad del niño.

La siguiente sección trata de «La invencibilidad del niño». Dice que el motivo del niño está lleno de paradojas. Una de ellas es que ese niño por una parte, parece impotente, a merced de enemigos; pero por otra parte, que ese niño tiene fuerzas sobrehumanas. El niño es “sólo un niño” … pero es «un niño divino».

Desde la mirada de la conciencia, no se piensa que ese niño, que parece tan frágil, pueda resolver nada. Pero el mito insiste en que no es así, sino que el niño está en posesión de una fuerza superior. Y de manera inesperada, acaba venciendo.

Acá está una escultura de Heracles estrangulando a dos serpientes. Según el mito, Heracles era hijo del dios Zeus y de Alcmena, una mortal. Zeus había engañado a Alcmena al tomar la forma de su esposo. Y Hera, la esposa de Zeus, como era usual, celosa por la infidelidad, no atacaba a su marido sino a la mujer seducida, o en este caso, al hijo producto de la seducción.

Así que buscó venganza contra Heracles, y para matarlo Hera puso dos serpientes gigantes en su cuna, cuando él era sólo un bebé. Sin embargo, en lugar de ser mordido por las serpientes, el niño, dotado de una fuerza divina, las agarró, una en cada mano, y las estranguló. Sus padres adoptivos se despertaron por el ruido, y al llegar, encontraron al bebé jugando tranquilamente con los cuerpos de las serpientes como si fueran juguetes.

(SIG)

P: ¿Se les ocurre un cuento de hadas en que se pueda dar un ejemplo del arquetipo del niño que refleje lo débil y a la vez lo invencible?

R: Podría ser Pulgarcito que, a pesar de su tamaño diminuto y la aparente debilidad, demuestra ser extraordinariamente ingenioso y valiente, superando obstáculos y desafíos que parecerían insuperables para alguien tan niño y de su estatura. 

26.

En la mitología, el arquetipo de niño puede simbolizar aspectos psíquicos diferentes a la consciencia. Ese «niño», fruto de lo inconsciente, puede personificar poderes que están más allá de la limitada consciencia, de los que la consciencia, en su unilateralidad, no sabe nada. Dice Jung que «(El arquetipo del niño) representa el impulso más fuerte y más inevitable del ser: es el que lo lleva a uno a desarrollarse a sí mismo». 

Para mí, acá este arquetipo del niño está también simbolizando la «centroversión» de Neumann, que como vimos, es para ese autor, la función que busca, en las diferentes etapas, el desarrollo de la consciencia.

Añade Jung que ese impulso es una ley natural y por eso tiene una gran fuerza, aunque el comienzo de su acción parezca insignificante. La fuerza se manifiesta en las hazañas de niños-héroes de la mitología, o de los cuentos de hadas. 

Acá muestro como ejemplo a Krishna, que siendo aún niño, lucha y vence a una serpiente gigante que aterrorizaba a la población.

27.

El arquetipo del niño también puede representar al Sí mismo. En la filosofía india, que es más introspectiva que la occidental, la invencibilidad del niño se relaciona con la naturaleza de ‘Atman‘, que significa el alma o el verdadero Sí-mismo, que «es más pequeño que lo más pequeño pero también más grande que lo más grande».

Dice Jung que el sí-mismo es un ser inconsciente, diferente de la consciencia. Y que la consciencia sólo puede existir, si se logra separar del inconsciente. Que la introspección india logró entender esto. 

Pero que, aún hoy en día, para Occidente sigue siendo difícil ver la necesidad psicológica de un ser trascendente, opuesto al mundo externo. Sin embargo, a pesar de ese rechazo, hay en nuestro inconsciente una compensación, al constelarse formas arquetípicas del mito del héroe, en los procesos de individuación. 

28.

El nacimiento de la consciencia es a veces representado en la mitología como un huevo de oro. Al respecto, Jung habla  sobre cómo el nacimiento del ‘niño’ remite a un estado psicológico primigenio de salida de la oscuridad, momento en que no se distingue entre cuál es el sujeto y cuál es el objeto, y produce una identificación del ser humano con el mundo externo.

De ese estado de lo «indistinto» nace el ‘huevo de oro’, que dice Jung «es tanto ser humano como mundo, pero que no es ninguno de los dos, sino un tercero irracional».

A los ancestros, les parecía un suceso «cósmico», mientras que a la consciencia desarrollada le resulta obvio que ese huevo es un símbolo salido de la psique.

29.

La psicología médica actual piensa que esas ‘fantasías’ son las manifestaciones naturales de lo inconsciente, y que son de una importancia causal que no hay que subestimar en los efectos psicosomáticos que tienen en el cuerpo.

Que, entrando al terreno de la psicopatología del proceso de individuación, se acepta que muchos de estos símbolos pueden tener efectos muy reales en nuestro cuerpo y en nuestras emociones. 

30.

  1. [c) El hermafroditismo del niño]

Pasa luego Jung a hablar del hermafroditismo del niño.

P: ¿Qué representa el hermafroditismo del niño en la mitología?

(SIG)

R: Lo hermafrodita simboliza la fusión de los opuestos contrarios, fusión que remite inicialmente a una actitud en que los opuestos están poco separados. Es un hecho que la mayoría de los dioses cosmogónicos son de naturaleza bisexual, y el niño divino no es la excepción.

Pero con el nacimiento de la consciencia que tiene es capacidad de discriminar, esta comienza a apartar unos opuestos de otros. Y esta es una actitud que no ha desaparecido con el progreso de la civilización. Esto muestra que la idea de la conciliación de opuestos es un concepto muy poderoso y útil. Ya lo habíamos mencionado antes.

31.

Esa conciliación de opuestos está muy vinculada a el hermafroditismo. ¿De  qué forma? El símbolo del niño hermafrodita ya no remite a algo pasado, sino hacia el futuro, o sea hacia una meta por alcanzar. Y en ese sentido, el niño hermafrodita se convierte en un salvador, un superador de conflictos.

Al conciliar los opuestos, actúa como mediador entre consciencia e inconsciente. A medida que se desarrolla la civilización, el hermafrodita se va convirtiendo en un símbolo de unidad del sí-mismo, en el cual ya no existe el conflicto de los opuestos. 

Y afirma luego algo que les pido que reflexionen, y es que el ser primigenio, que fue desde el principio una proyección de la totalidad inconsciente, se convierte en meta lejana de la autorrealización del ser humano. ¿Por qué?

Porque la finalidad del proceso de individuación es la totalidad humana, o sea la conciliación de la personalidad consciente e inconsciente. 

32.

Jung habla de la compensación de los opuestos, refiriéndose a que, así como cada sexo viene determinado por la prevalencia de genes masculinos o femeninos (para que la persona sea hombre o mujer), así también en la psique del hombre, la conciencia tiene signo masculino y lo inconsciente tiene signo femenino.

Y que en la mujer sucede al revés: la conciencia tiene signo femenino y lo inconsciente tiene signo masculino. Que en esto se basa precisamente su teoría del ánima masculina y del animus femenino.

33.

  1. [d) El niño como ser inicial y final]

En esta última sección de «El niño como ser inicial y final» se explora la idea del ‘niño’ como un símbolo que representa la totalidad en otro aspecto, y es el de que  representa tanto el principio como el fin de la vida humana. 

Jug afirma que el niño es a la vez ese ser inicial que era antes del ser humano y también el ser final que es después del ser humano.

Eso significa psicológicamente que el niño simboliza tanto la naturaleza preconsciente como la postconsciente del ser humano. Su naturaleza preconsciente es el estado inconsciente de la más tierna infancia, mientras que la naturaleza posconsciente es una anticipación del más allá de la muerte.

34.

Que la totalidad no reside jamás sólo en lo consciente, sino que incluye también lo inconsciente. En la práctica vemos que la totalidad es más vieja y también más joven que la conciencia, conteniéndola en el tiempo y en el espacio.

Dice algo en lo que yo nunca había pensado, y es la diferencia de cómo reaccionamos nosotros y cómo reaccionaban nuestros ancestros ante los mensajes del inconsciente.

Que el adulto moderno tiene miedos, caprichos, deseos, y esperanzas que lo toman por sorpresa, sin que sepa la causa. Ya sea provenientes de un sueño o una intuición. 

Y compara estas sorpresas del individuo moderno con el hombre ancestral, para quien esas experiencias le llegaban directamente del inconsciente y por eso no le producían ningún miedo, sino que eran algo absolutamente normal para él. ¿Por qué? Porque aún no había nacido la consciencia que se extrañara por esos contenidos irracionales. Y en ese sentido, no se presentaban contradicciones en él.

35.

Veremos con Neumann que esa consciencia tan amenazada pero tan buscada, es un acontecimiento que aparece con dificultad en los albores de la humanidad. Y la experiencia se proyecta en el arquetipo del niño, que, reitera Jung, expresa la totalidad del ser humano.

Finaliza diciendo que el niño: «Es lo desvalido y abandonado y a la vez lo divino poderoso; es el comienzo insignificante y el final triunfante».

Y luego Jung hace un resumen en el que recoge los puntos principales de lo que he expuesto, y que sólo resalto esta afirmación:

‘En este marco psicológico se sitúan los motivos del desvalimiento, la invencibilidad, el hermafroditismo y el ser inicial y final, como categorías diferenciables del vivir y del conocer.’

Este camino refleja la evolución del arquetipo del niño en la psique, subrayando su importancia en el proceso de individuación y la búsqueda de la totalidad. Y Neumann tomará esta afirmación para describir la evolución del desarrollo de la consciencia hasta llegar a la totalidad.

¿Comentarios hasta este momento? ¿Algo general acerca de esta lectura de Jung.

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 36.

Bueno, pero como les dije, ese artículo de Jung lo pensé como introducción a la primera parte del libro de Neumann “Los orígenes e historia de la consciencia”, la cual se titula «Las etapas mitológicas en la evolución de la consciencia». Así que deseo hacer algunos comentarios de ese texto.

Esa primera parte de su libro se enfoca en el desarrollo histórico de mitos y simbolismos en distintas épocas y culturas, mientras que la segunda parte, como vimos, se centra en el desarrollo de la consciencia, con las distintas etapas psicológicas que atraviesa un individuo en su camino hacia la individuación.

Neumann amplifica el motivo del arquetipo del niño que Jung propuso, y lo aplicó al nacimiento del yo consciente a partir de lo inconsciente. Y lo hace presentando una secuencia de arquetipos proyectados por la humanidad en mitos universales, en los que es posible seguir la trayectoria del desarrollo de la personalidad en el ser humano. 

37.

Lo narra como si fuera un bebé que nace, crece y se desarrolla a partir del inconsciente, pero en un proceso inicial de dependencia y luego de lucha para lograr la independencia.

Y lo más interesante es que el autor demuestra que ese proceso ocurre tanto a nivel filogenético en la historia de la humanidad, como a nivel ontogenético en la historia del desarrollo de cada individuo. Esos dos niveles corresponden a las dos partes del libro.

Toda esta mirada de Neumann se relaciona directamente con los conceptos discutidos por Kerényi y Jung, proporcionando una perspectiva evolutiva sobre cómo el ser humano llega a ser consciente de sí mismo y del mundo, a través de etapas psicológicas que reflejan patrones arquetípicos y mitológicos. ¿Qué tipo de etapas y mitos? Son tres mitos, cada uno con sus respectivas etapas.

El Primer mito es el de la Creación, el cual tiene tres etapas, la del Uroboros, el de la Gran Madre y el de la Separación de los padres primordiales. Luego viene el mito del Héroe, cuyas etapas son el Nacimiento del héroe, el Asesinato de la madre y el Asesinato del padre. Y por último, está el mito de la Transformación, que tiene dos etapas, La cautiva y el tesoro y la Transformación de Osiris. 

Estas etapas mitológicas reflejan el aspecto histórico de los arquetipos, que muestran la forma en que la conciencia del Yo se desarrolla a través de «imágenes eternas» proyectadas en esos mitos. Es decir, que Neumann demuestra históricamente que la consciencia va asimilando un número cada vez mayor de contenidos inconscientes, que le permiten ampliar progresivamente sus propias fronteras. Por eso, se habla muchas veces del proceso de «ampliación de la consciencia».

38.

Voy a hacer un resumen muy rápido de todo el proceso de desarrollo de la consciencia desde que nace hasta que consigue su total autonomía. Creo que les puede servir porque en el camino, y eso se los digo por experiencia propia, uno se puede perder en la lectura, que en algunos momentos es tan densa y con tantos detalles mitológicos y psicológicos.

El primer mito es el de la Creación, cuya primera etapa es la del Uroboros, que representa la fase primigenia de totalidad y autocontención, donde no existe distinción entre el yo y el mundo externo y el Yo vive una experiencia paradisíaca.

39.

Luego está la segunda etapa, que es la de la Gran Madre, que simboliza el duro enfrentamiento de la consciencia con la naturaleza dual de la vida y la muerte, y la ambivalencia de la Gran Madre como fuente de vida pero también de terror.

40.

Luego está esta 3° etapa de la Separación de los padres primordiales que marca para la consciencia el inicio de la diferenciación entre los principios masculino y femenino, fundamentales para el desarrollo de la consciencia.

41.

El segundo mito es el del héroe, cuya primera etapa es la de su nacimiento, que indica el surgimiento del yo individual, que inicia el proceso de separación del inconsciente y la lucha por la autonomía.

42.

Luego viene la etapa del Asesinato de la madre que simboliza el desprendimiento del individuo del mundo matriarcal, que significa también la separación de la consciencia del dominio de lo inconsciente.

43.

Luego está la tercera etapa del asesinato del padre, que representa la superación de la autoridad paterna y de la estructura patriarcal, lo que permite que emerja una consciencia autónoma.

44.

Y llega el tercer mito que es el de la Transformación, cuya primera etapa de La cautiva y el tesoro, que refleja los desafíos y las recompensas en el camino del individuo hacia la realización personal y la conquista de su propio mundo interno.

45.

Y finalmente la etapa de la Transformación de Osiris, que encarna la integración de los opuestos y la renovación espiritual, que simboliza la culminación del proceso de individuación y el alcance de una nueva etapa de consciencia. Esa es la meta final de la individuación, que ya sabemos que es un ideal al que nunca se llega, pero que orienta el desarrollo de la personalidad.

46.

Estas etapas mitológicas reflejan el aspecto histórico de los arquetipos, que muestran la forma en que la conciencia del Yo se desarrolla a través de «imágenes eternas» proyectadas en esos mitos. Es decir, que Neumann demuestra históricamente que la consciencia va asimilando un número cada vez mayor de contenidos inconscientes, que le permiten ampliar progresivamente sus propias fronteras. Por eso, se habla muchas veces del proceso de «ampliación de la consciencia».

Bueno, y hasta acá esta introducción. Preguntas, comentarios, inquietudes… ¿He logrado mi objetivo de conectar lo que Uds leyeron con las etapas de la vida que planteó Angélica la sesión pasada?

Porque estos planteamientos de Jung tienen que ver con esas etapas ontogenéticas del desarrollo de la personalidad, pero también con las etapas mitológicas que vamos a empezar a estudiar.

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